Trazando las diagonales del lienzo o papel, encuentra el punto del centro. Cuando lo tengas señalado, cierra los ojos y busca tu pulso. Siente como late tu corazón e integra tu ritmo acompasado. Disfruta ese contacto, cuando quieras, abre los ojos y ancla tu energía en ese punto central.
- Traza un círculo desde el centro.
- Dibuja una flor abierta que ocupe todo el círculo.
- Sigue dibujando alrededor del círculo con los formas, dibujos o símbolos que quieras hasta llenar por completo todo el espacio.
- Pinta la flor con colores rosados.
- Pinta el resto del mandala con tonos de rosa y verde.
Mientras pintas piensa en todo lo que te gustaría hacer, con total libertad.
Al terminar contempla el mandala por unos minutos repitiendo el siguiente mantra:
Libero todos los miedos conscientes o inconscientes que me impiden alcanzar lo que yo deseo.
Luego repite 3 veces: Lo siento mucho, perdóname, gracias, te amo.
Haz una respiración profunda, siente de nuevo el ritmo de tu corazón y puedes dar la tarea por terminada